Me estreno en esta sección de la web donde trataremos temas relacionados con la práctica cuotidiana de los deportes de raqueta. Hoy os presento el capítulo 1 donde trataremos un tema que crea controversia entre los practicantes de dichos deportes.
Desde pequeño siempre me atrajo el tenis, quizás porque vivía una época dorada o quizás por que lo practicaba mi padre, el caso es que seguía a partes iguales tenis y fútbol. Recuerdo con un cariño muy especial aquellas sobremesas de verano, de finales de los 80 y principios de los 90 en un extinto camping pratense, viendo partidos de Roland Garros.
En aquellos tiempos vivíamos una explosión total del tenis español, tanto en el circuito femenino como masculino: Arantxa Sánchez Vicario, Conchita Martínez, Alberto Berasategui, Sergi Bruguera o en dobles con la mítica pareja Emilio Sánchez Vicario y Sergio Casal (fusión que años más tarde dio lugar a la creación de una conocida academia de tenis). Los Grand Slams empezaban a sumar con mayor frecuencia en el palmarés español, siendo Roland Garros nuestro amuleto (23/35 del total de GS ganados).
Esta ola tuvo su antecesora con tenistas de otros países donde destacó el duelo entre Bjorn Borg y John McEnroe entre finales de los 70 y principios de los 80 que hacía tener al tenis en lo más alto. Os recomiendo ver la película “Borg McEnroe” del 2017 donde se muestra cómo dos colosos eran complemente diferentes desde un punto de vista mental y de preparación. John rompió los cánones de la disciplina deportiva, pero le salvaban su extraordinaria clase y mentalidad.
Fueron pasando los años y empecé a practicar otros deportes de raqueta como pádel, tenis playa y, recientemente, pickleball. No son pocos los amigos que me preguntan o se extrañan cuando me ven alternar entre tenis, pádel y pickleball. A todos suelo responderles lo mismo, si dominas los golpes básicos del tenis te será muy fácil adquirir un nivel decente en los otros deportes. Particularmente, mezclar deportes me sirve para complementar mi juego adaptando ciertos golpes de otro deporte de raqueta.
Por ejemplo, en el pádel se volea mucho y en el tenis no tanto. El hecho de jugar mucho a pádel hace que adquieras unos automatismos a la hora de volear que luego puedes aprovechar jugando a tenis. Llevándolo al pickleball podrías aprovecharlo igual, aunque la volea en ese deporte es un poco diferente, sobre todo cuando hablamos de atacar.
Desde otro punto de vista, ocurre algo similar a la inversa. Cuando me pongo a jugar a pádel, adopto ciertos movimientos de tenis (es el deporte de mi infancia y el que ya se queda dentro de ti) que pueden llegar a servirte para golpear mejor la pelota, hablo del drive o el revés por ejemplo. Digamos que estos son los golpes básicos, junto con las voleas, y los que más veces realizamos en un partido.
Por tanto, esa técnica adquirida en el tenis la puedes aplicar perfectamente al pádel, pero ojo, no todo van a ser beneficios y os aconsejo que si pasáis del tenis al pádel, intentéis golpes de drive/revés planos o cortados y no liftados para evitar que la bola se eleve demasiado al tocar la pared y eso ayude al contrario en su ataque.
También tenemos cosas que pueden perjudicarnos como es el hecho de darnos cuenta que la raqueta de tenis tiene cuerdas que despiden la pelota con mucha velocidad y la pala de pádel no. No son pocas las veces que oímos a tenistas jugando a pádel decirse a sí mismos “¡pero no ves que no tiene cuerdas!” tras lanzar la bola directamente contra el cristal del campo contrario sin que hubiera botado. Os puedo asegurar que yo soy uno de ellos
Otro punto en contra que solemos achacar los que mezclamos la práctica de varios deportes, es cuando el intervalo de tiempo entre un partido y otro es muy corto. Por ejemplo, jugar un partido de tenis y, acto seguido, ponerse a jugar un partido de pádel. En ese cambio, lo más probable es que tengas unos minutos de adaptación donde pienses que no sabes jugar a ese deporte. No te preocupes, que en unos minutos te habrás adaptado y podrás disfrutar del otro deporte de forma normal 😉 aunque, cierto es que, no es una práctica muy habitual jugar 2 partidos seguidos y de 2 deportes diferentes.
Si os fijáis, no he mencionado el saque y tiene su explicación. Este tipo de golpe es muy particular de los cuatro deportes mencionados y, en cada uno de ellos, se realiza con una mecánica diferente por lo que es más complicado aprovechar algo para otro deporte.
De los globos hablaremos en otros posts aunque un punto clave es la dimensión de cada pista, siendo el pickleball el deporte donde es más difícil realizar este tipo de golpeos.
En conclusión, y como casi todo en la vida, tiene sus ventajas y desventajas pero poniéndolas en una balanza yo me inclino por ser más beneficioso que perjudicial aunque, si quieres tener un nivel alto en alguno de los deportes, deberás tener muy bien asimilada su técnica dejando de lado los posibles “vicios” de otras disciplinas … ¡ahora la decisión es vuestra!
Nos vemos en próximos capítulos del blog de GM Racket Sports.
Paco Marín